domingo, 21 de abril de 2013

TODO SOBRE COCO CHANEL



COCO CHANEL



                                                                                                             
ÍNDICE




BIOGRAFÍA


INNOVACIONES Y APORTACIONES DE CHANEL


OTRAS APORTACIONES DE CHANEL


FRASES DICHAS POR CHANEL


OPINIÓN DE CHANEL


SUS SUCESORES


VÍDEOS


BIBLIOGRAFÍA






BIOGRAFÍA

Coco Chanel nació en Saumur (Francia) en 1883, aunque como buena mujer coqueta siempre mintió respecto a su edad y decía que había nacido en 1893.Su nombre real era Gabrielle.
Nacida en el seno de una familia humilde, a los 12 años perdió a su madre.La desventurada madre, Jeanne, había muerto pocas semanas antes; había echado seis hijos al mundo y falleció antes de cumplir los 33 años. La mató la indigencia, es cierto, pero como causa de muerte también se podrían agregar las continuas infidelidades de su esposo. Albert Chanel solía desaparecer por semanas; iba de pueblo en pueblo vendiendo baratijas. No bien se enteró de la muerte de Jeanne, sepultó a la que había sido su esposa y se ocupó de distribuir a sus hijos. Con los varones no había problemas: buenos brazos para trabajar la tierra.
 Las mujeres estaban condenadas al convento. Hacia allí van ahora Gabrielle y sus hermanas. Años después, ya Coco Chanel, recordaría que no bien el padre le comunicó esa decisión, “me eché sobre su pecho y le supliqué: Llévame contigo, no me dejes aquí. ‘Mi pobre Gabrielle, vendré a buscarte y todo mejorará. Te sacaré de aquí y volveremos a tener una casa’. Eran patrañas para consolarme. Jamás volvimos a verlo”.
 Aunque eso lo sabría después. En este momento comienzan a divisar la abadía sobre una cima rodeada de inmensos bosques. En ese sitio, Gabrielle y sus hermanas iban a pasar los siguientes siete años de su vida. No bien el coche entró en el patio del convento, Gabrielle pensó que así educaban a los jóvenes nobles: desde su niñez los confiaban a un monasterio. Entonces se sintió una joven noble; característica, la de sentirse noble, que la iba a acompañar hasta el fin de su vida. En la abadía de Aubazine no la iban a tratar como a un miembro de la nobleza, pero esos duros años en el convento también le servirían para su futuro.
 En el interior del vasto edificio imperaba sobre todo el silencio, a veces roto por el murmullo de las niñas allí internadas: las huérfanas; término que la pequeña Gabrielle no podía aceptar. Esa herida jamás cicatrizaría. Son de aquellos años los rezos del rosario, los cánticos y las oraciones. También había largos ejercicios de piedad, cursos de economía doméstica, cortos paseos y duros castigos si alguna de las internadas, de las huérfanas, se atrevía a quebrar las normas. Acerca de la ropa no había conflictos: pollera negra, camisa blanca y medias negras.
Esa vestimenta austera se iba a convertir en uno de los sellos característicos de Coco Chanel. No obstante, para eso aún faltaban algunos años. En Varennes-sur-Alier, muy cerca de Moulins, vivía la tía Louise. Las muchachas la visitaban. Gabrielle pasaba horas en el desván, rodeada de los figurines de moda que allí se guardaban; comenzaba a descubrir su verdadera vocación.
Los niños crecen y Gabrielle y sus hermanas no eran una excepción a la regla. Las monjas de la abadía sabían que ellas no tenían vocación religiosa; ahora que llegaban a la mayoría de edad seguramente dejarían el convento para buscar su destino en el mundo laico. Las hermanas Chanel vivieron unos días en la casa de la tía Louise y luego, con la ayuda de las monjas, consiguieron ingresar en el internado de Notre Dame, en Moulins. Los padres de las niñas ricas cubrían los gastos de sus hijas; las niñas pobres tenían que realizar tareas domésticas para cubrir esos gastos. Gabrielle estaba en el sector de las niñas pobres, pero desde allí comenzó a copiar los gestos de las niñas ricas. Por fin llegó el día de salir a la calle, de ganar el mundo.
Por entonces Moulins no era sólo el pensionado de Notre Dame. Más de una escuadra militar tenía allí su asiento. Por sus calles deambulaban los soldados del 10º de Cazadores Montados. Se acantonaban en el barrio Villars, muy cerca del Grand Café, La Rotonde y el Bodard. Allí había espectáculos de canto y baile. Gabrielle comenzó a asistir, y un día decidió que ella bien podría cantar en La Rotonde. Su silueta, y en especial su delicado cuello, despertaban interés en los hombres. Logró convencer al director de La Rotonde y si bien no se destacó como cantante, allí obtuvo el nombre que la acompañaría hasta el final de sus días.
 Cada vez que Gabrielle aparecía en escena, antes de comenzar su canción imitaba el canto de un gallo: “Ko ko ri ko” una tonadilla popular que narraba la historia de una muchacha que había perdido a su perrito Coco.. A eso se unía un estribillo célebre en aquella época: “¿Quién ha visto a Coco en el Trocadero?”. Cada vez que los hombres pedían un bis, sólo decían: “¡Coco, Coco!”. Gabrielle abandonó el canto, pero desde aquella noche se transformó en Coco Chanel.
 A los 22 años había decidido que revolucionaría el mundo de la alta costura. La revista L’Illustre describía así la tendencia en aquella época: “Este año la silueta óptima de la mujer también debe mostrarnos un talle muy acentuado y el busto bien prominente. Aunque las damas elegantes se quejen a veces de las incomodidades del corset, harán bien en mirarse al espejo y se consolarán al ver sus hermosas siluetas”. Coco Chanel se disponía desterrar esa tortura: ropas libres para mujeres libres. Por entonces había conocido a Etienne Balsan, un rico heredero del imperio textil. Tenía apenas dos años más que ella, un bigote destacado y algunos kilos de más. Era huérfano, igual que ella, y se dispuso a ayudarla en la nueva empresa.
Balsan la vinculó con la alta sociedad; sus principales clientas solían ser ex amantes de quien ahora era su protector. No le hacía vivir como una mantenida. A los 25 años le pidió que la ayudara a montar una tienda de sombreros. El estuvo de acuerdo, pero antes quiso que lo acompañara a una cacería de zorros en los Pirineos. Allí Coco Chanel conocería al gran amor de su vida. El inglés Arthur Capel, conocido por Boy, tenía 30 años y poseía una de las mayores fortunas del Reino Unido. Fue amor a primera vista. Una semana después de conocerlo no vaciló en acompañarlo a donde él fuera. Se despidió de Balsan con una simple nota: “Me voy con Boy Capel. Perdóname, pero lo amo”.
Y era cierto. Coco comprendió que había encontrado al hombre de su vida. En 1910 era la pareja por excelencia. Coco comenzó a montar su gran industria. Ya en París, Mademoiselle Coco seguía aferrada a la idea de abrir una casa de modas; sin embargo, como Capel no tenía dinero, se vio obligada a pedírselo a su antiguo amante. En 1914 compró en las Galerías Lafayette varias docenas de sombreros que ella misma reformó y luego los sacó a la venta. Ante el inesperado éxito obtenido, no lo dudó ni un momento: lanzó su propia línea de moda, que consiguió notable aceptación entre sus clientes, muchas de las cuales eran antiguas amantes de Balsan.
Con los beneficios abrió su primera tienda en el número 21 de la rue Cambon y poco después se lanzó a la apertura de una segunda en la elegante y veraniega villa de Deauville, donde impuso su moda entre la gente "chic" de la época, y luego una tercera casa en Biarritz. Para entonces Coco tenía bajo sus órdenes a 300 empleados; pero, en el terreno sentimental, las cosas no le iban tan bien.
En tanto que Capel continuó con su flota de barcos carboneros. Esto no les impedía vincularse con los artistas de la época: compartían noches de bohemia junto a Pablo Picasso, Juan Gris y Braque. Coco Chanel crecía a pasos agigantados.
En 1915 la revista Harper’s Bazaar, de Nueva York, señalaba: “La mujer que no posee por lo menos una prenda Chanel está fuera de moda”. Ocho años después de haber comenzado el romance, los rumores de infidelidad que corrían sobre Capel se vieron confirmados cuando él le comunicó que la dejaba por una aristócrata, con la que se casó en 1919.
Capel le comunicó a Coco que se casaría con Diana Wyndham, la hija menor del barón Ribblesdale. Ambos sabían que esas eran las leyes del juego. Boy se casó con lady Diana, aunque continuó siendo el amante de Coco; no por mucho tiempo. El 24 de diciembre de 1919, después de una noche de amor con Coco, Boy se dirigió a Cannes en su auto. Lo estrelló a la altura de St. Raphael. Coco jamás pudo elaborar esa muerte.
Había cumplido 36 años y su nombre comenzaba a ser sinónimo de alta costura. Nuevamente se refugia en los artistas: Jean Cocteau, Picasso y el poeta Pierre Reverdy son sus compañeros en esos días. Con el pintor malagueño vivió un corto affaire; con Reverdy un romance atormentado, digno de un poeta. En tanto, sus empresas continuaban creciendo vertiginosamente. Además de ropa y sombreros, ahora se diseñaban alhajas de alta fantasía. Como una mecenas ayudaba a los artistas en desgracia: le dio albergue a Igor Stravinsky y por un tiempo fue su amante. Por medio del músico ruso conoció al gran duque Dimitri Pavlovich. Había formado parte de la gendarmería del Zar y fue uno de los tres asesinos de Rasputín. Coco era once años mayor, pero él cayó rendido en sus brazos. La relación duró apenas un año, aunque en ese tiempo Pavlovich le presentaría a la persona que haría crecer su imperio: el químico Ernest Beaux, perfumista del zar Nicolás II.
Coco Chanel le pidió algo que podría parecer imposible: “Un perfume de mujer, fragante, que evoque lo femenino”. El 5 de mayo, Beaux le presentó la fragancia. Ella la aprobó de inmediato. “El día cinco del mes cinco. Cinco será su nombre: Chanel N° 5”, dijo. Así nacía el perfume más célebre de la historia. Marilyn Monroe afirmó que era lo único que se ponía para dormir, y desde entonces fue requerido por todas las mujeres de los cinco continentes.

 Había llegado a la cima del éxito. Poseía un castillo, varias maisons y tiendas en París y Biarritz. Entre sus autos destacaba un Rolls Royce exclusivo. Samuel Goldwin le pagó un millón de dólares para que diseñara el vestuario de varias de las películas que él produciría. Tenía todo en sus manos, menos el amor. Sin embargo, éste llegaría, nuevamente, de la mano de un inglés: Hugh Richard Arthur Grosvenor, duque de Westminster. Sólo le llevaba cinco años a Coco: él 50, ella 45. Luego de una relación apasionada y apasionante, todo indicaba que se casarían. 
No pudo ser: se supo que la gran dama de la moda era estéril, ese detalle anulaba cualquier unión matrimonial. Una nueva frustración que se unía a otra aún más terrible: durante la Segunda Guerra Mundial, en la Francia ocupada, Coco vive un fogoso romance con el barón Hans Gunther von Dincklage, oficial nazi establecido en París. Al final de la contienda, las tropas aliadas la arrestan por colaboracionista. Winston Churchill acude en su ayuda, logra su libertad pero debe exiliarse en Suiza. En 2011, en Sleeping with the Enemy: Coco Chanel’s Secret War, el veterano periodista y reportero de investigación Hal Vaughan ofrece pruebas convincentes de que fue también una agente de inteligencia nazi y una incorregible antisemita.
Aquéllos no fueron precisamente días de vino y rosas. Para lograr dormir debía aplicarse una inyección de morfina. En el mundo de la moda destacaban dos nuevos nombres: Christian Dior y Cristóbal Balenciaga. Regresó a París con algo más de 80 años, aunque con la misma fuerza que tenía cuando salió de la abadía de Aubazine. Logró que la marca Chanel volviera al notable prestigio de los primeros tiempos.
Sin embargo, ahora tenía 87 años y estaba más sola que nunca. Sin amor, sin familia, sin hijos. Habitaba una de las suites del Hotel Ritz, y allí pasaba sus horas. El 10 de enero de 1971 llamó a Celine, su asistente. La mujer la encontró con el rostro cubierto de lágrimas. Era la primera vez que la veía de ese modo, como quebrada. Sin dejar de llorar, Coco Chanel alcanzó a decirle: “Mira, así se muere”, y cerró sus ojos para siempre.


 APORTACIONES E INNOVACIONES DE CHANEL

Inventó ropa cómoda, elegante y liviana para las mujeres de comienzos del siglo XX y creó una marca y con ella, un imperio que se mantiene hasta hoy.

Los sombreros se convirtieron en la primera pasión de Coco. Usando sus habilidades de costura ella comenzó a crear todo tipo de estilos y diseños que poco a poco se hacían populares y eran demandados por los clientes.

Empezó a prescindir de los corsés, acortó los bajos, empezó a utilizar tejidos y materiales más caros como las plumas o la seda. La mujer que creó la primera Chanel se identifica con las flappers, esas nuevas chicas liberadas y modernas que salían por la noche, empezaban a fumar en público y, en definitiva, hacían su vida.

El pantalón se convirtió en el uniforme de gala para las mujeres en su camino hacia la emancipación. Ella diseñó sólo cosas que ella misma quería llevar.
Sus innovaciones fueron aún más lejos: no sólo se atrevió a acortar la longitud de las faldas y a descubrir el tobillo femenino, sino que forzó las mujeres a cortarse el pelo cuando una noche apareció en la Ópera con el cabello corto. Acababa de crear el estilo garçon, que marcó el final de una época. Tuvo la audacia de exponerse al sol cuando el broceado se consideraba sinónimo de plebeyez, y también de imponer su extrema delgadez (fruto, por otra parte, de las privaciones que le imponía la guerra) a todas sus clientes.
Las mujeres de los años veinte, después de la guerra querían vestidos sencillos, aunque elegantes. Chanel usó materiales baratos y simples, con el objetivo de aligerar la ropa, el diseño de sus modelos eliminó corsés y forros. Todo ello contribuía a dar una mayor libertad de movimiento al cuerpo, como expresión de las aspiraciones de la mujer del siglo XX. Delgada, con poco pecho y el pelo corto, con ropa ancha y cómoda, Chanel se convirtió en el prototipo de garçonne, símbolo de la mujer moderna, activa y liberada.
                                                                                                              
Una de las novedades más singulares de los diseños de Coco era el punto. Hasta el momento nadie se había atrevido a usar punto para los diseños de alta costura y sorprendentemente tuvo un éxito arrollador. El punto se consideraba un material plebeyo utilizado sólo para la ropa interior de los hombres.
Fueron muchas las innovaciones que introdujo Coco en el mundo de la moda. Con punto elaboró jerséis, una prenda hasta el momento reservada a los hombres y con la que elaboró unos vestidos que muy acertadamente conjuntó con collares largos de perlas.

En 1921 nacía su fragancia más mítica, quizás la más conocida del mundo del perfume, Chanel No. 5, cuyo sencillo y contundente nombre venía simplemente porque fue el quinto de una serie. También le debemos a Gabrielle Chanel la popularización del bronceado: volvió morena de un crucero en 1923 y pronto todas las grandes damas a su alrededor dejaron el blanco nuclear propio de la alta sociedad a favor del tono dorado por el sol.

En 1923, lanzó sus famosos trajes femeninos hechos a la medida (generalmente usados con collares de perlas).
Vestidos holgados tipo camisón y los trajes de dos y tres piezas.
En 1925 introdujo una de sus piezas estrella: la chaqueta negra.
Creó el popular “Little Black Dress” en 1926. (El vestido negro). De corte sencillo, clásico y elegante, con falda a la rodilla, que sirve tanto para el día como para la noche, para un cóctel o una cena de gala.
Los blazer, que es una especie de americana, generalmente azul, y que suele llevar el escudo de un equipo, colegio, etc., en el bolsillo superior.

Introducción del color negro en la vestimenta diaria (estaba reservada para los lutos).

Los trajes de chaqueta

Las camisas rectas

Los sweaters de cuello de tortuga.

Utilizó contrastes entre blanco y negro en los puños de las mangas y el cuello, una referencia a los hombres "dandys" de su época.

Las gabardinas.

El traje Chanel.

También introdujo en la moda los cinturones de cadena, los aros de metal y las carteras acolchadas. Introdujo los patrones acolchados de cuero (que vemos en la mayoría de sus carteras).

Amaba los bolsillos.
En 1932 la incorformista mademoiselle Chanel revolucionó la joyería de la época creando Bijoux de Diamants, una colección íntegramente compuesta por diamantes en la que, por primera vez, las piedras preciosas ceden el protagonismo al diseño y la forma. La camelia, el león, los lazos, las plumas y las estrellas se convierten en auténticos iconos revestidos de brillantes.
Tuvo el atrevimiento Coco Chanel, de  exponer las piezas sobre maniquíes de cera con pelo natural en su apartamento del 29 del Faubourg Saint Honoré.

El suéter con cuello de tortuga.

Los sacos

Las gabardinas y las chaquetas ("french coat") que antes eran sólo para hombres.

Sus "joyas bárbaras". Aunque en su primera época evitaba claramente la joyería, más tarde cargó de ellas sus trajes: con pulseras, collares de perlas, mezclando piedras verdaderas con falsas sin ningún criterio, etc. Coco Chanel revolucionara la moda con una increíble colección de joyería de fantasía.
Las famosas tiras de perlas alrededor del cuello, los cintos de cadena, los aretes y las pulseras de aleaciones de distintos metales que sustituyeron al oro, siguen adornando a las mujeres de este siglo.


Sin olvidar las bolsas acolchadas o "quilted" que marcaron un sello clásico que no sólo dejó huella sino que hoy por hoy sigue siendo un signo de elegancia y distinción. Su famoso bolso de cuero con el broche de "C" entrelazado salió a la luz en 1955.


El juego y la combinación de los colores clásicos, tanto el beige como el blanco y el negro, caracterizaron sus colecciones de ropa. El coordinado se veía tanto en vestidos de noche como en trajes sastres. Y precisamente en éstos marcó otro de sus grandes sellos: los puños y el cuello blancos.

Características de la chaqueta Chanel:
 
“The little black jacket” se trata de una chaqueta simple, entallada, su largo por encima de la cadera y con botones muy simples, que sin duda, se ha convertido en todo un clásico. Es un corte recto, cerrado y sin pinzas, que permite fácilmente moverse, pero que al mismo tiempo transmite feminidad. En algún momento tuvo hombreras, pero Chanel las eliminó para quitarle rigidez.

El uso de telas prácticas y las referencias a la ropa deportiva, de hombres, de militares y marinos fueron la repuesta de Coco Chanel a las restricciones que imponía la moda femenina de entonces.





OTRAS APORTACIONES DE COCO
Su famoso perfume Chanel No. 5 (que, además, fue el primero de la marca) fue creado a principios de los años 20´s. Se llamó 5 porque fue la quinta muestra de fragancias que probó y la lanzó al mercado un 5 de mayo (el quinto mes del año). Para Coco, el número 5 era de suerte.
También cosméticos de la firma, alguno entre los más vendidos del mundo, y las primeras lociones bronceadoras y lápices de labios.

Gafas para graduar y de sol.

Relojes y mas complementos.




FRASES DICHAS POR CHANEL

 Como señala un texto que acompaña la muestra, Coco Chanel creía que la "moda es tanto oruga como mariposa".
"Sé una oruga de día y una mariposa de noche", aconsejaba a las mujeres. "No hay nada más cómodo que una oruga, ni nada está mejor hecho para el amor que una mariposa. La mariposa no va al mercado y la oruga no va de fiesta".

"¿Dónde hay que usar perfume? Dondequiera que una quiera ser besada"

"la simplicidad es la clave de la verdadera elegancia"

“Estoy en contra de la moda que no perdura. No acepto que se arrinconen los vestidos por el simple hecho de que ha llegado la primavera. A mí me gustan los vestidos porque, como los libros, puedo sentirlos, tocarlos. A las mujeres les gusta cambiar, pero en eso se equivocan. Yo aspiro a la felicidad, y la felicidad consiste en no cambiar”.

"En mi juventud, las mujeres no parecían humanas. Sus ropas eran contra natura. Yo les devolví su libertad. Les di brazos y piernas de verdad, movimientos que eran auténticos y la posibilidad de reír y comer sin tener necesariamente que desmayarse"

"Una mujer está más cerca de estar desnuda cuando está bien vestida".

“La juventud es algo muy nuevo: hace veinte a
ños nadie la mencionaba”.

“A los treinta a
ños, una mujer debe elegir entre su espalda y su rostro”.

“Mostrar los muslos, sí; pero las rodillas,
¡nunca!”.

“Una mujer debe ser dos cosas: elegante y fabulosa”.

“Lo único interesante del amor es hacer el amor. Lástima que se necesite un hombre para eso”.

“No sé por qué las mujeres quieren algo de las cosas que tienen los hombres cuando las cosas que tienen las mujeres son los hombres”.

“Si se aman, tal vez no necesiten casarse”.

“Más vale ser amante que esposa”.

“Lo peor del matrimonio es la pareja”.

“Una mujer que se corta el pelo está por cambiar su vida”.

"Las mujeres necesitamos la belleza para que los hombres nos amen y la estupidez para que nosotras amemos a los hombres”.

"Encontrar un hombre que te ame no te transforma en una cazadora de hombres, porque si lo cazaste, deja de ser un hombre para transformarse en un zorro y el día de ma
ñana abrirá un agujero y se escapará".

“No pierdas el tiempo golpeando la pared con la esperanza de transformarla en una puerta”.

“El amor es hermoso en los libros”.

"Si un hombre habla mal de todas las mujeres, por lo general significa que fue quemado por una mujer".

"Ahí va una mujer que sabe todas las cosas que se pueden ense
ñar y ninguna de las cosas que no se puede enseñar".

“Cuando la gente me pregunta mi edad, yo digo: Después de 50 a
ños, depende del día”.

"Si sabes que la mayoría de los hombres son como ni
ños, no necesitas saber nada más”.

"El buen gusto estropea ciertos valores espirituales auténticos: como el propio gusto”.

"No me importa lo que piensas de mí, no pienso en ti en absoluto”.

"Sólo aquellos que no tienen memoria insisten en su originalidad”.

“La moda es como la arquitectura: se trata de una cuestión de
proporciones”.

"La moda reivindica el derecho individual de valorizar lo efímero”.

“La elegancia no consiste en ponerse un nuevo vestido”.

"La moda se pasa de moda, el estilo jamás”.

"Todo lo que es moda pasa de moda”.

“Con el fin de ser irremplazable una siempre debe ser diferente”.

¡Yo nunca he dicho la verdad ni al confesor!”.

"Mira a la mujer en el vestido. Si no hay una mujer, no hay vestido”.

"En una recepción, si le dices a una mujer:
¡Qué bonito vestido! su vestido se perdió. Pero si se le dice: ¡Qué mujer hermosa! su vestido fue un éxito”.

"Una mujer puede darlo todo con una sonrisa y recuperarlo después con una lágrima”.

"El perfume anuncia la llegada de una mujer y alarga su marcha”.

"No existen mujeres feas, sólo mujeres que no saben arreglarse".

"El lujo es una necesidad que empieza cuando acaba la necesidad".

“Hay personas que tienen dinero y personas que son ricas”.

"El lujo no es lo contrario de la pobreza, sino de la vulgaridad".

“El mejor color en todo el mundo es el que se ve bien en ti”.

“El poder es el prestigio y el prestigio es la distancia”.

"Nadie es joven después de los 40, pero se puede ser irresistible a cualquier edad".

"Una mujer tiene la edad que se merece".

“La naturaleza da la cara que tienes a los veinte, a los cincuenta depende de usted”.

"
¿Dónde hay que usar perfume? Dondequiera que una quiera ser besada".

“Cuando me aburro, me siento muy mayor”.

"Una mujer sin perfume es una mujer sin futuro”.

"Viste vulgar y solo verán el vestido, viste elegante y verán a la mujer".

"Con los accesorios, lo más importante es eliminar siempre el último que fue a
ñadido”.

“Scheherezade es fácil, un peque
ño vestido negro es difícil”.

"Menos es más".




SUS SUCESORES

Inherente a la muestra son los diseños del actual "cerebro" de la compañía, Karl Lagerfeld, quien desde que asumió las riendas en 1983, doce años después de la muerte de Coco Chanel, ha revitalizado el espíritu e identidad de la firma.
Sus innovaciones las articula al citar, por lo general con irreverencia, los dise
ños originales, y al combinar influencias de las culturas "refinada" y "popular".
En la actualidad, Chanel cuenta con boutiques en las ciudades más importantes y sigue siendo un icono del lujo y el glamour. Jackie Kennedy, Catherine Denueve, Nicole Kidman, Romy Schneider, María Callas, Audrey Tatou, Natalie Portman o Jeanne Moreau, entre otras muchas mujeres de gran relevancia internacional, han vestido sus diseños definidos por la elegancia clásica y sencilla, y un estilo que creó y sigue creando tendencia así como sirviendo de inspiración en su época y en la moda futura.


OPINION DE COCO

 Coco Chanel no solo se trataba de innovación en la moda – era su opinión sobre el papel de la mujer en la sociedad lo que contribuyo a su popularidad. Mientras que ella no veía nada malo en que una mujer vistiera de diferente manera, ella también creía que cualquier mujer debe ser capaz de expresar su propia individualidad y feminidad a través de la ropa que vestía. En el tiempo donde una mujer independiente era vista de una manera extraña, Coco ignoro las críticas y continúo haciendo lo mejor hacia: expresar su creatividad. Sin duda, esto allano el camino para muchas mujeres durante su tiempo y definitivamente ha trasladado nuestra percepción de los roles femeninos y masculinos en la actualidad. Además, su ojo para la moda y su sofisticación aun sigue existiendo, décadas después de su muerte.

Su intervención a través de su trabajo permanecerá en el tiempo, ya que fue una mujer visionaria y revolucionaria que desarrolló el mundo de la moda de forma genuina y a nuestro entender llevando con cada uno de sus diseños un mensaje mucho más profundo queriendo mostrarlo al mundo, el cual, a su modo, hablaba de independencia e igualdad.
Nuestro trabajo de investigación nos permitió conocer que la relación entre la liberación de las mujeres y el particular estilo
Chanel es de una influencia mutua y bi-direccional: así como sus dise
ños aportaron libertad y comodidad a las mujeres para enfrentar los desafíos que emanaban de la ocupación de los espacios públicos y el ingreso al mercado laboral, la lucha sostenida de las mujeres contra las restricciones socio-políticas se manifestó en la relación femenina con el vestuario, hecho que la diseñadora supo captar y encauzar de manera única.




VÍDEOS














BIBLIOGRAFÍA





























sábado, 16 de marzo de 2013

LA CHAQUETA DE CHANEL



                                                                                                                            (Gabrielle Bonheur; Saumur, Francia, 1883-París, 1971) Modista francesa que revolucionó la moda y el mundo de la alta costura de los años de entreguerras creando una línea marcada por la sencillez y la comodidad. Coco Chanel rompió con la opulenta y poco práctica elegancia de la Belle Époque e inauguró la era de la ropa informal y cómoda. Conectó con ello con los sentimientos de las mujeres de los años veinte, que después de la guerra querían vestidos sencillos, aunque elegantes. Usando materiales baratos y simples, y con el objetivo de aligerar la ropa, el diseño de sus modelos eliminó corsés y forros. Todo ello contribuía a dar una mayor libertad de movimiento al cuerpo, como expresión de las aspiraciones de la mujer del siglo XX. Delgada, con poco pecho y el pelo corto, con ropa ancha y cómoda, Chanel se convirtió en el prototipo de garçonne, símbolo de la mujer moderna, activa y liberada.

Nacida en el seno de una familia humilde, a los 12 años perdió a su madre, víctima de la miseria y de los embarazos (Gabrielle tenía cuatro hermanos a los que llegó a pagar para que fingieran que no existían). Su padre, un vendedor ambulante, entregó a la pequeña Gabrielle al cuidado de unas monjas en un hospicio de Corrèze, donde pasó los siguientes seis años aprendiendo a coser. Para entonces, la que luego sería Coco Chanel se había convertido en una fantasiosa adolescente de diecisiete años que no aceptaba su pasado, y comenzó a inventar una biografía llena de novelerías.
Sus ansias de libertad e independencia la empujaron a abandonar el orfanato y a colocarse como dependienta en una mercería de Moulins, trabajo que compaginaba con sus actuaciones en La Rotonde, un lugar de diversión para los oficiales del ejército, donde dejaba oír su voz con temas como Ko ko ri ko y Qui qu'a vu Coco?, una tonadilla popular que narraba la historia de una muchacha que había perdido a su perrito Coco. Fue allí donde comenzaron a llamarla la petite Coco, el nombre con el que luego se haría conocida y entraría en la leyenda. Es posible que por esa misma época sufriera un aborto que le provocaría la esterilidad de por vida, hecho que sin embargo no ha podido precisarse.
Con apenas veintidós años, se enamoró perdidamente (aunque siempre lo negó) de Étienne Balsan, un joven burgués adinerado con el que mantuvo una relación de seis años. Balsan la arrancó de su vida provinciana para mostrarle una existencia de lujo y ocio entre fiestas y carreras de caballos. Pero Coco quería trabajar, así que habló con Balsan para que éste financiara la apertura de una sombrerería; mientras él maduraba la idea, ella aprovechó para fugarse a París con Arthur Boy Capel, un jugador de polo que era uno de los mejores amigos de su amante.
Ya en París, Mademoiselle Coco seguía aferrada a la idea de abrir una casa de modas; sin embargo, como Capel no tenía dinero, se vio obligada a pedírselo a su antiguo amante. En 1914 compró en las Galerías Lafayette varias docenas de sombreros que ella misma reformó y luego los sacó a la venta. Ante el inesperado éxito obtenido, no lo dudó ni un momento: lanzó su propia línea de moda, que consiguió notable aceptación entre sus clientes, muchas de las cuales eran antiguas amantes de Balsan.
Con los beneficios abrió su primera tienda en el número 21 de la rue Cambon y poco después se lanzó a la apertura de una segunda en la elegante y veraniega villa de Deauville, donde impuso su moda entre la gente "chic" de la época, y luego una tercera casa en Biarritz. Para entonces Coco tenía bajo sus órdenes a 300 empleados; pero, en el terreno sentimental, las cosas no le iban tan bien. Los rumores de infidelidad que corrían sobre Capel se vieron confirmados cuando él le comunicó que la dejaba por una aristócrata, con la que se casó en 1919.
Terminada la guerra, Gabrielle volvió a París, se instaló en el Hotel Ritz y se volcó en su negocio, que no tardó en hacer prosperar, ayudada por revistas y periódicos de todo el mundo que difundieron su estilo. En 1929, el crack de Wall Street obligó a reducir la plantilla de la empresa (que por entonces contaba con 4.000 trabajadores) a la mitad. Los precios de los exclusivos diseños de Chanel se redujeron considerablemente, pero ni siquiera de esta forma consiguió levantar la firma. Coco Chanel cerró sus salones y decidió marcharse a Norteamérica durante un tiempo, reclamada por el productor de cine Samuel Goldwyn, que le ofreció la posibilidad de vestir a las estrellas dentro y fuera de la pantalla.

Durante esta etapa pasaron por su vida Igor Stravinsky, el duque Dimitri de Rusia, el duque de Westminster (que la abandonó tras diez años de relaciones porque no podía darle hijos) y, finalmente, cuando ya tenía casi cincuenta años, el artista Paul Iribe, en el que creyó haber encontrado al hombre de su vida. Por desgracia, en 1933 falleció de infarto tras un partido de tenis.
Al comienzo de la Segunda Guerra Mundial Coco hubo de cerrar de nuevo sus salones, pero continuó viviendo en la capital parisina. Conoció entonces a un diplomático alemán, Hans von Dincklage, que se convirtió pronto en su amante. En agosto de 1944 fue detenida bajo la acusación de colaboracionismo y, tras este episodio, se exilió en Suiza. Durante los años en que permaneció retirada del mundo de la moda asistió al triunfo del "New Look" que imponían de Christian Dior y Balenciaga.
En 1954, con setenta y un años, reabrió su casa de modas porque, como le dijo a Marlene Dietrich, se aburría. Consumida por el reumatismo y la artritis, pero sin haber dejado ni un momento de poner alfileres (Coco no sabía dibujar ni hacer bocetos, de forma que creaba sus diseños sobre las propias modelos), murió el 10 de enero de 1971. Ese día había salido con su amiga Claude Baillen a dar un paseo; cuando regresaron, fatigada, Coco se tendió en su cama del Hotel Ritz y le dijo: "Mira, así se muere".
El estilo Chanel
Cuando el 28 de junio de 1914 estalló la Primera Guerra Mundial, Coco se dio cuenta que los nuevos tiempos exigían un estilo mucho más deportivo y funcional, adaptado a las nuevas circunstancias. Lo primero que hizo fue suprimir el corsé del traje femenino para dar mayor libertad de movimientos a las mujeres. Dos años más tarde introdujo el punto en sus colecciones, un tejido que nadie había utilizado hasta entonces para la alta costura pero que encantó a sus clientes. Con punto confeccionó el jersey, una prenda casi masculina, que fue seguida de la charming chemise dress, un vestido-camisa sin cintura ni adornos que realzaba el busto femenino, sobre el que se imponía llevar perlas.
Sus innovaciones fueron aún más lejos: no sólo se atrevió a acortar la longitud de las faldas y a descubrir el tobillo femenino, sino que forzó las mujeres a cortarse el pelo cuando una noche apareció en la Ópera con el cabello corto. Acababa de crear el estilo garçon, que marcó el final de una época. Tuvo la audacia de exponerse al sol cuando el broceado se consideraba sinónimo de plebeyez, y también de imponer su extrema delgadez (fruto, por otra parte, de las privaciones que le imponía la guerra) a todas sus clientes.
En este innovador estilo realizó faldas plisadas de estilo marinero, trajes de talle bajo, pijamas playeros, impermeables e, incluso, ¡pantalones femeninos! Fue ella quien lanzó el impermeable, los trajes de tweed escocés con bisutería llamativa, el zapato de punta redonda y, por supuesto, el célebre bolso con cadenitas doradas que se llevaba en bandolera. Creó también el célebre traje negro (la petite robe noire) que, en diversos modelos, ha sido desde entonces portada de todas las revistas de modas. Y no cabe olvidar el conjunto que lanzó en 1925 y que se convertiría en la estrella de la firma: un traje con falda y chaqueta a juego, de manga larga, sin cuello y ribeteado.
Otro de los revolucionarios aportes de Chanel a la moda femenina fue el zapato de tacón bajo. Fue un lanzamiento subversivo, en plena década de los años cincuenta, cuando los zapatos de tacón de aguja se hallaban en su apogeo. Junto a Raymond Massaro colaboró en la creación de un modelo de zapato realizado en dos tonos: el cuerpo y la parte del talón eran de color beige para alargar ópticamente la pierna, mientras que la puntera de color negro hacía que el pie pareciese más pequeño.
Con todo, el vástago más famoso de la Maison Chanel nació en 1923, fruto de la unión con Ernest Beaux: el perfume Chanel nº 5. Se trataba de una mezcla única de aldehídos y sustancias florales destinada a terminar de una vez con los afectados polvos perfumados de violeta de las décadas precedentes. Elevado a la categoría de mito en su tiempo y aún hoy uno de los más vendidos del mundo, su inmenso éxito facilitó el sostén de su imperio. Fue la actriz Marilyn Monroe quien convirtió la fragancia en un símbolo cuando, durante una entrevista, aseguró a los reporteros que unas gotas del nº 5 era lo único que llevaba puesto para dormir.
Luego llegaron otros perfumes, el nº 22, el nº 19 (que conmemora la fecha del nacimiento de Madame), Cristalle y Antaeus (para hombre). Ya después de su muerte, y Gracias a Karl Lagerfeld, la casa Chanel pudo recobrar, a partir de 1983, su anterior esplendor. La firma lanzó en 1984 Coco, denominado así para continuar con la tendencia impuesta por ella de asociar su nombre al de sus aromas; y en 1990 nació Egoïste, una esencia para hombre que consiguió dominar el mercado durante los últimos años del siglo XX. 


                                                    

BIBLIOGRAFIA

http://nenufaress.blogspot.com.es/2012/06/como-gabrielle-bonheur-se-transformo-en.html



http://inndii.hidrocalidos.com/blog/wp-content/uploads/2010/09/Chanel_logo.png

viernes, 1 de marzo de 2013

ORIGEN DE LA ROPA Y COMPLEMENTOS

El hombre es el único animal racional, y no sabemos si esa será la explicación de que sea el único que se viste. Desde el principio de los tiempos hasta nuestros días, su vestimenta ha sufrido numerosas transformaciones que en la mayoría de los casos han sido debidas al descubrimiento de nuevos tejidos y materiales e, indudablemente, a las tendencias que dictan los diseñadores y la moda en general.

Bolso: Usado por los romanos, que lo llamaban bursa, en el siglo I a. de C., era una simple bolsa. Con el paso del tiempo fue convirtida en un accesorio exclusivamente femenino. Tras la Segunda Guerra Mundial, cuando la mujer comenzó a incorporarse al mundo laboral, se pusieron de moda las bandoleras para tener libres las mano.

Botones: Utilizado desde la prehistoria pero fabricado en serie desde le siglo XII. Siempre presente en el vestuario masculino. Durante la Edad Media eran de cuerno o de cristal. Perdieron su rigor útil y ganaron en estética cuando la alta costura lo feminizó y a partir de 1930. Resinas sintéticas fueron las culpables de poder fabricar botones de cualquier forma y color más insospechados.

Blusa: En el siglo XV a. de C. las mujeres ya utilizaban blusas ceñidas con un cinturón. Durante varios siglos fue la prenda de las campesinas, y en este siglo se relevó por otra más ligera para acompañar a los primeros trajes femeninos. La aparecieron de las blusas escotadas, en 1913, hizo que se llamasen camisas de neumonía.

Bragueta: Inventada en Francia en el siglo XV, originalmente no llevaba botones; se trataba de un triángulo de tela que se ataba con un lazo y que servía para guardar las monedas.

Calzoncillos: Hasta 1920 los hombres los llevaban largos. En el año 1939 nació el slip en Estados Unidos. Curiosamente, el 70 por 100 son comprados por mujeres.

Camisa: Creada por los griegos en el siglo V a. de C. Desde entonces sus formas, tejidos y colores han ido cambiando constantemente. Fue la prenda de los proletarios durante muchos tiempo, por lo que los burgueses la ocultaban, pero actualmente su uso está asociado a la respetabilidad y la elegancia. Como curiosidad, IBM obligó a sus empleados llevar siempre camisa blanca como símbolo de la honestidad de la compañía.

Corbata: Su origen se encuentra en 1668, cuando Luis XIV hizo llegar a Francia un regimiento de tropas mercenarias croatas que transportaban una tira alrededor del cuello. A los franceses les gustó y continuaron esa moda integrándola en su vestuario; dos siglos después, los dandis ingleses crearon el nudo. Símbolo de la respetabilidad burguesa hasta los años cincuenta del siglo XX, después eclipsada por los jerséis de cuello vuelto, pero en la década de los ochenta volvió con todo su esplendor. En la actualidad 600 millones de hombres se la anudan diariamente.

Chaleco: También surgió bajo el reinado de Luis XIV. En sus comienzos llevaba encajes con escenas inspiradas en la actualidad política y social del momento. Tras decaer su uso en los años cuarenta, la moda a finales de los ochenta regresó tímidamente.

Chaqueta: Nació en el siglo XVIII en Francia como una prenda para montar a caballo, de ahí la raja situada en la espalda. En 1860, Napoleón III la hizo más sobria, y en los años cincuenta los modistos la liberaron de la rigidez de su corte inicial.

Falda: La primera falda, de piel, pareció hace ya 600.000 años y desde entonces esta prenda nunca ha abandonado a la mujer. En el año 1915 la moda enseñó los tobillos femeninos, pero la auténtica revolución llegó en 1965 gracias a Mary Quant, con el lanzamiento de la minifalda.

Foulard: Con una finalidad función higiénica en sus orígenes, servía también para protegerse del frío. Durante el imperio bizantino alcanzó una finalidad estética y eran lucidos sobre el hombro o el brazo izquierdo. Durante la Edad Media, su color reflejaba la condición social de quien lo llevaba. En la época del Renacimiento las italianas lo utilizaban como un objeto exclusivamente ornamental y comenzaron a ser muy estimados los que estaban confeccionados en seda.

Guantes: Los mitones, primera prenda para proteger las manos del frío, apareció en el norte de Europa hace diez mil años. En las pirámides egipcias se encontraron los primeros guantes, cuya finalidad era, fundamentalmente, estética. En su origen eran un accesorio dedicado al mundo masculino, pero más tarde fueron imprescindibles para el femenino ya que hasta el siglo XIX una mujer decente nunca salía a la calle sin llevar guantes puestos.

Medias: Las mujeres las usan desde el siglo XVI. Eran de lana o seda hasta la invención del nylon, en 1939. En 1968 llegó un duro rival con los leotardos confeccionados en nuevos materiales, como lycra y poliamida.

Pantalón: Su nombre se le atribuye a San Pantaleón, médico, mártir del siglo IV y patrón de Venecia. Ya hace 4.000 años los nómadas de Centroeuropa llevaban bombachos atados a la cintura. Pero el pantalón, tal y como lo conocemos hoy en día, apareció en 1830. Y en 1860 se creo el vaquero o jean por el bávaro emigrado Levi Strauss, en San Francisco, durante la fiebre del oro.

Paraguas: Su uso comenzó a realizarse en Mesopotamia hace 3.400 años como parasol. Y en la antigua Grecia las mujeres ya lo usaban para resguardarse de la lluvia. Los hombres lo empezaron a utilizar en el siglo XVIII.

Sujetador: Las primeras en utilizarlo fueron las mujeres cretenses unos 1.700 años a. de C. Pero el sujetador, tal y como lo conocemos hoy, es reciente; nació en 1914 pero su uso se generalizó en los años cincuenta. Después, con la influencia del movimiento beatnik y la moda de lo natural, tuvo cierto retroceso, recuperado en los últimos años, para convertirse convertido en la estrella de la lencería femenina. Últimamente ha habido innovaciones con de esta prenda como el Wonderbra.

Traje de chaqueta: Inventado por un sastre inglés en París en 1881 y en 1914 se convirtió en el uniforme urbano de las mujeres. En 1954 Coco Chanel creó un modelo idóneo para todas las situaciones, con lo que se convirtió en la versión masculina.

Zapatos: Unas sandalias de papiro en Egipto y que datan del 2000 a. de C. son el antecedente encontrado más remoto. Los primeros zapatos como tales son unos de tipo mocasín hallados en Babilonia que tienen una antigüedad de 3.600 años.


Innovaciones de la moda en 80 años:
1914: Llega el primer sujetador.
1934: Se comercializa el slip masculino.
1939: Comercialización del nylon.
1939: La mujer comienza a usar pantalón.
1955: El jean causa furor en Europa.
1959: Du Pont de Nemours inventa la lycra.
1965: La minifalda enseña la rodilla.
1975: Moda punk.
1980: Se crea la moda yuppy.
1985: Auge de la moda interior.
1989: Los japoneses inventan la microfibra.
1994: Aparecen las prendas vivas.
2000: Llega la ropa inteligente.