lunes, 24 de diciembre de 2012

CHRISTIAN LOUBOUTIN

                                                  
Este diseñador francés nació en 1964. Sus orígenes están en el mítico cabaret Folies Bergère, donde comenzó su carrera a los dieciséis años. Ahí el joven talento dibujaba calzado para las bailarinas , pero no tenía el dinero para su elaboración. Tiempo después se convirtió en un destacado diseñador y hoy es admirado por estrellas como Sarah Jessica Parker, Madonna y AnnHataway.                             
Fue un niño viejo y ahora es viejo joven… Que su zapato más popular, el modelo Clou Noeud 150 (con un taco de más de 12 centímetros y tachas en casi toda su superficie) se venda a casi 1.200 dólares y lo use Heidi Klum parece importarle un comino. En cambio, invita a leer una entrevista que le hizo el escritor francés Eric Reinhardt, donde se muestra con una desnudez poco usual en el mundo fashion.
Entre otras cosas, afirma que es narciso y pretencioso. Y que no siente que tenga que demostrarle nada a nadie, porque su mamá le dio demasiado amor. Su historia comienza así: cuando este joven heredero de un mueblista tenía 12 años, iba por las noches a los locales de music-hall de París. Se dio cuenta de que si llegaba al segundo tiempo de cada espectáculo no le cobraban entrada, y así se las arregló para entrar sin pagar. Fue tan seguido que se hizo amigo de todos. Paralelamente, una amiga suya –a quien describe como “una protestante a la que no le gustaba mentir”– le comentó lo molesta que le resultaba esa manía adulta de preguntar qué iba a ser cuando fuera grande. “Le dije: yo quiero diseñar zapatos. Nunca antes lo había pensado”, cuenta.
Y le pidió a su madre que lo sacara del colegio para abocarse a su cometido. Total, había visto en la televisión a Sophia Loren diciendo que su hermana había dejado de ir a clases a los 12 años y sacó su diploma recién a los 50. Su mamá lo matriculó en una escuela de costura donde todo el alumnado era femenino. No aprendió nada y lo echaron al corto plazo, pero supo todo lo que tenía que saber sobre las mujeres, sus futuras clientas. A Louboutin nunca le pareció que diseñar zapatos podía ser un trabajo propiamente tal hasta que vio un catálogo de Roger Vivier (1907-1998), el creador del stiletto (tacón aguja). Entonces, mientras servía cafés en el Folies Bérgere, se le ocurrió que podría hacerles zapatos a las bailarinas. Su idea era hacer modelos que alargaran las piernas de estas chicas hasta el infinito.
La respuesta fue una sola: imposible. Era muy caro. Pero Louboutin siguió dibujando. Especialmente desde que vio en un museo un letrero que prohibía el uso de tacos altos y delgados porque podían rayar el piso. A poco andar se fue a trabajar a otro club: el Palace. Ahí, formó parte de un grupo de chicos que se hizo famoso por su look. “El club tuvo éxito porque ahí estaba este grupo de gente agradable de mirar. A los clubs se va para ver eso, no para encontrarse con Roland Barthes”, dice. “Sólo nos importaba era el grupo. Era una cosa totalmente narcisista”. Con el ego así, bien alto, y con apenas 18 años, Louboutin marcó el número de la firma Christian Dior y pidió hablar con el director artístico. A la pregunta ¿de parte de quien? contestó, simplemente: Christian Louboutin. O sea: nadie. Le pasaron la llamada a la condesa Hélène de Mortemart. Louboutin le dijo que tenía una colección de zapatos para mostrar. La condesa lo recibió y le ofreció una práctica en la empresa de Charles Jourdan, proveedora de la casa Dior. “Ella fue mi primera hada madrina”, cuenta el zapatero.
“En Jourdan me trataron pésimo. Resultaba exasperante para estas personas que se lo pasaban marcando páginas de revistas para inspirarse, mientras que yo encarnaba la sola idea de lo fashion en términos de creatividad e inventiva”, le confiesa a Eric Reinhardt.
“Me concentré en aprender lo técnico. Antes no había hecho nada en tercera dimensión. Aquí fue donde aprendí el oficio y me convertí en diseñador”. Entonces ocurrió un extraño incidente: se ausentó por un par de días y, a su regreso, se encontró con que sus prototipos habían sido quemados. Nadie le supo dar una explicación y decidió irse, pero no resistió la tentación de ir a ver las colecciones venideras y comprobar que sus ideas estaban en todas partes. Tras su paso por Dior, Louboutin colaboró con diferentes casas de moda –incluidas Chanel e Yves Saint Laurent– pero fue con Roger Vivier con quien compartió más profundamente.
Cuando se sintió cansado de trabajar para otras personas, se dedicó por algunos años al paisajismo. Diseñó terrazas en París y Nueva York, hasta que un conocido le contó de un local perfecto para una tienda de zapatos, en un pasaje que describe como “la locación de una película americana de los años 50”. Ese fue el fin de su carrera verde.
Poco después de abrir su primera tienda, en 1992, un periodista de la revista norteamericana W fue enviado a París para hacer una guía con los nuevos hot spots de la Ciudad Luz y captó a Carolina de Mónaco comprando un Louboutin. Así, el nombre de Christian se sumó al de otros genios de la zapatería, como Jimmy Choo o Manolo Blahnik. Sin embargo, faltó un detalle más para que este genio llegara a construir el imperio que hoy dirige, con tres tiendas en París, siete en Estados Unidos, dos en Londres, varias más en Oriente y una en Sao Paulo. Un día miró uno de sus zapatos y pensó que le faltaba algo de energía. Tomó un barniz de uñas Chanel, de un furioso color rojo italiano, y pintó con él la suela. Desde entonces todos sus modelos tienen la suela de ese color y nadie ha logrado convencerlo de que lo cambie, sin importar la forma o el colorido de cada zapato. Su cuenta bancaría, en todo caso, le da la razón.
                     


                                                                     

Biografía

Este diseñador francés nació en 1964. Sus orígenes están en el mítico cabaret Folies Bergère, donde comenzó su carrera a los dieciséis años. Ahí el joven talento dibujaba calzado para las bailarinas , pero no tenía el dinero para su elaboración. Tiempo después se convirtió en un destacado diseñador y hoy es admirado por estrellas como Sarah Jessica Parker, Madonna y Anne Hataway.





BIBLIOGRAFÍA
http://mujer.latercera.com/2010/08/01/01/contenido/23_1293_9.shtml
http://es.wikipedia.org/wiki/Christian_Louboutin
http://biografias-mariel.blogspot.com.es/2010/01/christian-louboutin-y-el-calzado-con.html
http://www.elmundo.es/yodona/hemeroteca/blogs/cuentahilos/2010/42.html
http://www.elfanzine.tv/2011/09/en-los-zapatos-de-louboutin/

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